viernes, diciembre 28

calistenia

el día-medio entrega su guante
siempre
frío sol
desemboca en el juego óptico
la cuerda floja la gravedad
una ruptura dentro
robándose el inventario:
cercenar la monotonía
los poemas.

cara de salto
instrucciones,
su dorso bulle en mis aguas
costura brazos
me enfrento a ella

sólo comienzo.

martes, noviembre 6

comestible



Empezaste siendo la rueda
colgada en mis escarpias.

Me robaste la noche
con tus avenidas de durazno
de éter
que dan al hambre;
podría masticarte
hoy,
ayer mismo
con tu ansía mía.

Podría rodar
como los triángulos
de tu vestido
como tú:
vértice de mis ojos cerrados,

podría robarte el día
sin reservas
y sal al gusto.

Podría masticarte
y no serías
y no
no serías.


_

sábado, junio 30

círculos



Hay círculos

hay círculos para volver

círculos imposibles

hay ranuras que marcan la memoria

círculos de esfera de astros

puntos de fuga

hay círculos para la lluvia de paraguas

círculos para dividir

horizontes con labios

círculos de océano

de guante de musgo, de caricias

hay también cuerpos circulares

cuellos en las campanas

hay lunares:

círculos para morir en sus radios.

miércoles, junio 27

cocodrilo rojo


mi cocodrilo rojo
está jugando a las escondidas,
quiero sus dientes derrotados en la arena
quiero ponerlo a llorar,
él abre su boca
se hace oquedad
se esconde entre el légamo y el baile del agua
le molesta que lo mire
tiene hambre,
cocodrilo cocodrilo cocodrilo:
se nombra a sí mismo,
y en la punta de su lengua
el vestigio de sus dedos
devorándose, devorándose
escamas de naufragio:
mi cocodrilo rojo
agita su cola
el hambre le resta la lúdica
plaf plaf plaf
viene a comer en mi vajilla
dos cubiertos y dos colmillos
toda su mítica;
luego, se pondrá a llorar
y se secarán sus lágrimas:
luz reptil.

lunes, junio 18

pluvial


Sobrevivirás,

la poesía nos óxida

nos hace herrumbre


sobreviviremos,

un remolino de cabello curará la distancia,

hay objetos que se suman cuando están juntos


el método:

los pulgares hacia dentro,


se trata de ser y estar vivo;

el peligro de los rayitos:

la luz quiere hablar hoy

te señala los libros

como dardos

hacia el centro de la circunferencia,


no te vayas

oblígame a ser tu caracol

y detener

tu huída.




Voz pluvial

lanza las gotas,

di de repente:


¿Si te dejo vivir por un día me perdonas?


_

viernes, mayo 11

sensitivo



Ahora me apodero del desierto
y llevo mi taza roja [ta]
¿pará qué color?
corrijo:
y llevo mi taza:
a llenarse pronto
un cuadrado cargado de café
un té semillas:
y más pronto el vacio,
vuelve todo,
mi taza no es una taza vacia,
no insistiré en el color:
lo bello es invisible a los ojos.

miércoles, abril 25

rojonegro

Te doy el lado izquierdo de mi corazón, ayúdalo a latir, es rojo, como roja mi mirada mirándote, es lo extraordinario, la quinta hoja del trébol, el pedacito de mundo que dejo caer cuando enciendo una lágrima y se lleva consigo tus pestañas. Es el sexto dedo en la mano.

Así mismo,

Te doy el lado derecho de mi corazón, ayúdalo a latir, es negro, es la oscuridad con su luz de luciérnaga apagada, es la lluvia, la cosa rota, el rocio de mis ojos cuando tocan los tuyos. El pajarito redondo que se sienta en la puerta de mi boca y grita tu nombre.

lunes, abril 23

el verde no me da esperanza

El verde no me da esperanza
una calle camina
encima de los hombres,

una calle:

La paralela superficie
entre el grito
y el escape.

Estoy aquí, estiro lo invisible
no respiro
el aire me respira y sigue vivo
se transforma, todo se transforma.

El verde no sube
[sólo arroja una soga]
atrapa sus dos orillas,
como un puente.
Desespéra[r]me.
[yo]

viernes, abril 20

jugar con hielo II

Descubro un signo en los ojos de tu mirada, un retorno a la delicada transfiguración de los objetos: El círculo sigue siendo círculo si se mira con el tacto. Entras a esta lúdida incerteza, te sientas, reposas tus bordes junto al fuego helado de la noche, más allá se han tendido fotografías de ventanales atlánticos: Una anémona asomando sus líneas hacia los planos vecinos, otra cáscara derramada sobre las lágrimas de un cuerpo y la debilidad del horizonte. Todo es acuoso en la ausencia, digo que suelen sobrar las sillas y no las cajas: el viajero no esperará la libertad, ya la tiene, dices: no sé, y lo sabes todo. Todo es pleno en el aire. Todo eres tú y me abraso en vos, ésta vez tú me invitaste. Un signo descubrí: frío con hecho está no hielo el.

sábado, abril 7

lo que escribí cuando le dí la pulsera


Desde mis manos, estos hilos mágicos, que van hacia tu muñeca, hacia esa delicadeza de mujer, la curva donde puedo perderme y dar vueltas hasta ser parte de tu órbita. Hasta ser partícipe del ámbito del alcance de tu mano. Desde mis manos, estos hilos mágicos.

viernes, marzo 9

jugar con hielo

No te vi entre las rayas del cieno, no te vi en el resorte del talón. Obstante, al lado de nosotros se tiende el humo de un café: La ceremonia de las cenizas de la taza, y debajo un paralelepípedo con rieles de cuadros rojos, la manzana que deboras.
Una flama helada supera el horizonte del paralelepípedo, tenemos el dextrógiro indicando el fenecer de la eternidad en la carrera de una aguja, el vuelo de los pájaros {de nuevo} el pájaro de los vuelos.
Y nos gusta insistir en los astros, las alturas parecen indicar algún camino, usted comprenderá que no es así, en cambio, continuamos con los astros: las estrellas cieladas, y desplegamos ventanas de sortilegios: la pantalla que se estira entre tus dedos índice y pulgar de cada mano. Allá, a lo lo lejos, donde se apaga la luz, en ese extremo no sabemos -con certeza- cuál pedazo es mar o cuál cielo, un calor azul se extiende en sus curvas de noche y te besa las manos aún extendidas hacia delante {dándole oxígeno a la pantalla} tus brazos tienden a batir el viento y lanzar pedazos de vacío parecidos a morfemas.
El hielo abrasa más que el fuego. Juega con hielo, yo invito.


sábado, febrero 24

el hombre está en una servilleta


Han ido seguidas las paredes que se lanzan sobre este cuerpo, han logrado cubrir aquella instancia que yace y se articula al piso como una cerámica. Polvo es lo que he sido [No tengo el miedo de aceptar esa calamidad] Casi soy un suburbio de mi propia mano. El peso del muro es menor a las paredes del cuerpo: la corteza metálica y el viento de invierno. Una hoja, siempre una hoja, gotea los pedazos varios del rostro abierto, se suele caer en formas hechas, lugares comunes, por eso se han lanzado estos híbridos de cemento -la pared- sobre ti: un llamado a lo imaginario: Evocar el mundo que está dentro, también afuera, de reversa. El mundo está en su rincón, esperando el grito de la memoria para ir hacia el centro: y la quimera se hará magia: el hombre es su propio dios.

domingo, enero 28

amarillo


He pensado en los envoltorios que sobran en días como estos, hoy, cuando el día está [de nuevo] pleniamarillo. Amarillo porque sos vos. Seguramente no siempre sobrarán esas capas exteriores cubriendo alguna cosa, es el amarillo con su luz que doblega los papeles. Pienso en el corazón, envuelto por el cuerpo, ese papelito de polvo o animal cenizo. Recuerdo los ojos de ojos cubiertos, y el deseo dormido en los párpados. En mis párpados descansa-s mi [tú,] deseo, absoluto-a de pestañas, absorto-a de luz, y hoy: lleno-a de amarillo. En mis párpados reposa-s tu-tú, deseo de mi deseo de ojos de crepúsculo de hueso de estrellas cieladas, siempre estás-rás aquí. notesueltes.

lunes, enero 15

anotaciones


1. No hay soga para el alma fugitiva, los espíritus libres, las estrellas en fuga, los cronopios, no hay cordón para la cuerda de mi boca

2. El vacío grita

3. El amor cambia tanto de tinta que no llegamos a reconocerlo, lo mejor de eso es que aún no es tarde [léase ítem anterior]

4. Los puntos, las comas, las flechas, el ritmo despavorido de mi pie buscándote, la sábana rota, el espejo reflejo y la luz zigzagueante en las esquinas. Movimiento irreversible

5. Junto sortilegios y vuelo de pájaros

6. Siempre habrá pájaros, habrá tiempo aunque no exista, el tiempo dextrógiro nos marca la savia, no el camino

7. Te invito a deshacer el ritmito de la noche

8. Sobre mi piel cabe la lluvia

9. El objeto al sujeto nos habla de hablar, nos habla de mover las orejas para dejar caer el cabello siguiendo el punto de gravedad, nos habla de vos, tan pura, tan blanca, tan volátil.
[No quiero que tengas una forma, que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano. Julio Cortázar."Poema"]

10. Alguíen [ella] hablaba de poesía compartida, y creo que es muy difícil darse una imagen de eso en un punto muy ortodoxo, pues la poesía como ente subjetivo y sugestivo termina siendo un arte egoísta, es a la inversa, no se comparte, el poema es mío, del lector, no de usted quien escribe, eso sí, si soy tan valiente como para asumirlo, la poesía es un robo natural. El compromiso de hacer poesía es otra cosa, incluso egoísta también

11. Pensar en lo perfecto me lleva a una figura geométrica: el círculo. Ese ir y venir de curvas equidistantes, distantes lo mismo una de otra, estáticas, iendo y viniendo a ningún lugar. El círculo: Esa perfección que no queremos, sin embargo muy envolvente, por decirlo de algún modo: Me voy y vuelvo

12. Muchas veces nos preguntamos dónde estabamos cuándo, y siempre estamos así, si observo cuadros de kandisky me pierdo los de miró, si leo a borges me pierdo a sábato, ¿dónde estaba yo cuando vos naciste? ¿dónde estoy ahora si no es a tu lado?

13. Todojunto

14. Seamos buenos con las cosas rotas ha dicho fulana, ¡qué bella imagen!, en ella resume [ella] el mensaje que lanza, roto también, en pedazos: lo roto sólo puede entenderse desde lo roto. [como el violeta, en boca de mai]

15. Cuestión de ombligos, de buscar el centro, de desesperar el círculo, enfermarlo por completo para llenarme de vos en un pleniespacio sin rincones ni ataduras, quizá las del zapato

16. El mejor poeta que he conocido en vida se declaró como hombre vegetal, recuerdo sus conversaciones conmigo, recuerdo los verdes que me describía: los verdes más verdes

17. Entre líneas podemos pasearnos con los zapatos en el aire

18. Y me voy al agua: Ese loco pez que no quiere ser pescado y se escurre en el fondo del océano, y hasta parece que no le llegan los colores que el sol, penetrando lo líquido, descompone. Ese loco pez, aquel, allá va, de nuevo.

19. Che, y nos lanzamos al vacío como un leve trompicón, como un último respirar

20. Notesueltes