sábado, febrero 24

el hombre está en una servilleta


Han ido seguidas las paredes que se lanzan sobre este cuerpo, han logrado cubrir aquella instancia que yace y se articula al piso como una cerámica. Polvo es lo que he sido [No tengo el miedo de aceptar esa calamidad] Casi soy un suburbio de mi propia mano. El peso del muro es menor a las paredes del cuerpo: la corteza metálica y el viento de invierno. Una hoja, siempre una hoja, gotea los pedazos varios del rostro abierto, se suele caer en formas hechas, lugares comunes, por eso se han lanzado estos híbridos de cemento -la pared- sobre ti: un llamado a lo imaginario: Evocar el mundo que está dentro, también afuera, de reversa. El mundo está en su rincón, esperando el grito de la memoria para ir hacia el centro: y la quimera se hará magia: el hombre es su propio dios.