martes, noviembre 6

comestible



Empezaste siendo la rueda
colgada en mis escarpias.

Me robaste la noche
con tus avenidas de durazno
de éter
que dan al hambre;
podría masticarte
hoy,
ayer mismo
con tu ansía mía.

Podría rodar
como los triángulos
de tu vestido
como tú:
vértice de mis ojos cerrados,

podría robarte el día
sin reservas
y sal al gusto.

Podría masticarte
y no serías
y no
no serías.


_