Nada,
ni una lágrima,
ni una gota resbalando por el árbol
hasta caer en el cielo.
Nada, nada.
Arriba está el mar.
Un rasguño de arena
un zarpazo de soda ardiente en el cabello,
la campana que merodea el rincón,
una voz quemada bajo las brasas,
el zizaguear de la cortina,
tus brazos miran el goteo de ojos.
Te espero,
te espero para dormir las telas verdes,
sé que estás acá, mirándome.
Fotografía: Lomo Sky por Timbo _